Entalpía
Análisis Entalpía, (trabajo de investigación).
Especialización en Lenguajes Artísticos Combinados.
La obra tiene por nombre Entalpía, y parte de este concepto de la física, que se entiende como la energía necesaria para hacer un cambio de estado, en este caso la obra utiliza el movimiento como catalizador para las transformaciones de color y sonido. Creado por Margareth Arias y Carlos Adrián Serna, se trata de una instalación-performance pensada como instrumento, en tanto soporte para la interacción usuario-máquina. Está compuesta por una tela flexible de 2 x 2 mts, en un espacio relativamente oscuro y en silencio, mapeada a través de una cámara 3d, que escanea la superficie de la tela. La instalación es activada inicialmente por Arias que en el curso de su movimiento la deforma, mientras un grupo de programas especializados interpretan la información identificando los puntos de contacto, destacándolos a través del color y generando notas musicales, a las que responde la artista a través del movimiento, construyendo la pieza sonora mientras la interpreta; después de un tiempo, Arias abandona la instalación para que el público interactúe.
Primero nos interesa ocuparnos de los aportes de la tecnología a la obra, a través del concepto de interfaz, que ha revisado Giannetti (2004), donde le otorga el estatus de mediador en la comunicación bidireccional que se da entre el usuario y la máquina. Para el caso de Entalpía, los artistas han desarrollado un programa que interpreta la información que el usuario le aporta a la interfaz, a través de la cámara y la tela donde se genera la información de entrada. Este programa le ordena a otros dos programas especializados generar una respuesta sonora y otra lumínica, creándose así una composición a través de los movimientos corporales en la tela. Se descubre así la estructura abierta que describe Giannetti (2004), que permite la ruptura con la secuencialidad, donde ya no se obedece a un guión establecido por los autores sino a la creación de la obra en el proceso de interacción del usuario. Esta estructura abierta es posible a través de la labor que desempeña la interfaz, que toma información de lo que ocurre en la tela y permite la construcción temporal de la obra, a través del sonido y la luz de color.
En el reconocimiento que hace Berenguer (1999), señala como uno de los componentes más importantes de la informática al programa. El programa contiene el compendio de instrucciones que posibilita a los artistas hacer esta obra, asistiendo tanto en la elaboración de la composición musical y visual como en la etapa interactiva con el usuario. Entalpía depende de un programa creado por Serna, con el lenguaje de programación C++, que es el
encargado de mapear la tela dándole una imagen en escala de grises, donde lo oscuro se interpreta como la posición inicial de la tela y lo más claro como lo más próximo. Así se detecta la profundidad cuando se efectúa cualquier movimiento hacia adelante, para proyectar los colores a través de un software de videomapping, mientras simultáneamente el Software de audio, se basa en una matriz que divide la superficie de la tela (2×2 mt), produciendo diferentes notas musicales dependiendo del lugar de la tela que sea deformado y la velocidad con que el cuerpo del usuario lo haga. El artista se vale de estos programa en la etapa compositiva, que le permiten simular la experiencia y afinar los detalles de la composición final, esta se denomina la labor de asistencia. Seguidamente se puede identificar la labor de intermediario que el programa ejecuta para realizar el intercambio de información, interpretando la información que se genera a partir del cuerpo del usuario en contacto con la tela, velocidad y cantidad de toques, y traducirla en luz de color y sonido. Finalmente se advierte la labor del programa como generador automático de contenidos, siendo capaz de hacer composiciones que no han sido previamente establecidas, por la característica interactiva que responde al estímulo variado de los cuerpos sobre la tela. Así, dependiendo de la cantidad de personas que manipulan la superficie pueden estar sonando varias notas que crean composiciones instantáneas, y de igual manera lugares aleatorios donde el color aparece y se hace más o menos intenso, haciendo que la configuración sonora y visual se modifique continuamente, de forma instantánea y sin haberse previsto con anterioridad.
En segundo lugar nos ocuparemos de la relación corporal con la obra, que nos permite ubicar los cambios que advierte Jones (2011) a partir de la década de 1960, cuando los artistas vuelven su mirada hacia el cuerpo, reprimido por los ideales modernos y la guerra, buscando su liberación a través del performance, se introduce el cuerpo del artista valiéndose de acciones cotidianas e implicando al espectador de forma participativa. La obra utiliza estas premisas, que se pueden identificar más precisamente en los encuentros de contact improvisation en la década de los 60`s, cuando el cuerpo de Arias (entrenado en la danza) inaugura la instalación a través de su improvisación, para luego dar cabida al movimiento cotidiano de cuerpos no entrenados que tienen una potencialidad creadora al igual que el cuerpo de la artista, dando lugar a una democratización del arte. Así, la obra no se reduce al cuerpo de Arias que produce sonidos y color en la tela a través de su movimiento, sino a la posibilidad de que cualquier cuerpo sea creador de estas composiciones sonoras y lumínicas.
Groys (2015) retoma esta democratización para referirse a las instalaciones, donde el artista
autoriza a los espectadores a interactuar en el espacio de la obra, aunque deben someterse a
las reglas de juego suscritas por el. Para este autor, el artista instaura un régimen democrático
sinperteneceraél,enEntalpíasepuedevercomoAriasintroducelasreglasdeforma
ejemplificante pero no comparte el mismo espacio con los usuarios posteriores, repitiendo
este proceso cada media hora. Sin desconocer la transformación del espacio de tránsito que
1 conformará la instalación mediante la privatización simbólica del espacio público , sin que
esto esté en contravía de la democratización, que como señala Groys (2015), nunca surge de modo democrático; para el caso de Entalpía presentada en V2B – visual visual Bogotá – un encuentro de arte y tecnología digital en Colombia, los artistas Arias y Serna configuraron un espacio con ausencia de luz y sin escenario, para permitir la libre circulación y la apertura hacia la interacción con el espectador. Esta privatización simbólica es concebida desde la manipulación del espacio que hacen los artistas en la exhibición de su obra y de cómo la presentan al espectador.
Del otro lado tenemos la experiencia del espectador que interviene como interactor en un diálogo constante con la instalación, catalogada por Gianneti (2004) en cuatro pasos: mediante la estructura que desarrolla la comunicación bidireccional a través del uso de un mediador, en este caso el programa traductor de información que permite el acceso a esta estructura abierta a través de la generación continua de nueva información, entendida como composiciones visuales y sonoras a través de los movimientos corporales generados por el público sobre la tela; de esta manera se genera una comunicación humano-máquina: abordada por un lado según Giannetti (2004) que afirma que el espectador al ser un elemento externo a la obra controla los procesos de la misma, generando un input o mensaje enviado al programa, que a su vez propicia un output o salida de información. Por otro lado Aguilar (2008) refuerza la posición haciendo referencia a un cuerpo que utiliza la tecnología, para anexionarse a ella y en este caso generar un vínculo artístico, simbiosis entre hombre – máquina, donde por separado ninguno de los dos construye la obra, dado que es en este contacto físico donde se halla el medio para retroalimentarse y generar nueva información. Es relevante además pensar la percepción en Entalpía, con este fin los artistas adecuan el proceso comunicativo interfaz-usuario a la experiencia basada en la conducta humana. En
1
Groys, B.; Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea. (2015) Buenos Aires. P. 54
este proceso de ensayo y error, Arias y Serna realizan un estudio ergonómico de la superficie de la tela a través del movimiento, para identificar las posibilidades sonoras y lumínicas con la intervención del cuerpo en posición vertical frente a la tela, contemplando variables como la imposibilidad del uso de ambos pies al mismo tiempo y la facilidad de uso de ambas manos, cara, brazos y tronco sobre la superficie; a raíz de esto proponen la distribución de los elementos sonoros y visuales de acuerdo al diálogo que el espectador pueda tener con la obra, permitiendo generar proyecciones más visibles mediante la profundidad que el cuerpo ejerza contra la tela y la distribución, altura e intensidad del sonido traducido a dinámicas por la velocidad y profundidad con que se toque la superficie. Por último, para las posibilidades de este constante diálogo se hace importante la traducción de información, que en Entalpía va de la mano con el lenguaje de programación C++, que traduce el estímulo generado por el cuerpo y los envía a dos programas especializados facilitando la interacción entre ellos: software de mapping, el secuenciador de audio y midi, con los cuales los artistas han creado cinco (5) composiciones de color y tres (3) de sonido, que se van alternando para ser manipulados.
En esta producción se puede hacer evidente el fin de la obra singular, Entalpía no existe si no hay cuerpos en el espacio que la creen, así cada cuerpo que entra en contacto con la gran tela crea una nueva obra, realizando a través del movimiento de su cuerpo una composición sonora y lumínica que será diferente en cada caso. De este modo la obra deja de ser singular, igualmente el espectador y el artista, entonces Brea (2003) decreta el fin de las singularidades. El espectador es ahora una multitud de espectadores que pueden tener contacto simultáneo con la obra, así tanto la obra como la experiencia se construyen colectivamente, desplazando al artista de su rol de creador singular y privilegiado, provocando que tanto el artista como el espectador sean creadores, aunque en tiempos diferentes. Igualmente se ve alterada la temporalidad singular de la apreciación, que ya no se determina por el instante de enfrentamiento como con la obra, sino que se modifica al mismo tiempo que esta lo hace. Siguiendo a Cuadra (2009) se puede emparentar esta tesis de Brea con la preocupación de Benjamin, en lo que respecta a la autenticidad o aura, ambos plantean que la obra no posee esta característica auténtica al ser fácilmente reproducible, ya no existirá una obra original y singular. Con la llegada de la hiperreproductibilidad se hace enfática esta condiciónnuevadelarte,Entalpíanoposeeunaformaoriginaldelaqueluegosedesprendan
copias, la obra es siempre original en la medida en que se crea a través de la interacción de los cuerpos y la interfaz. Además Groys (2015) afirma que la instalación se encuentra del otro lado de la reproducción, ofreciendo un aura de aquí y ahora, esta re-auratización es posible porque en esta época digital una copia ya no es copia, sino un nuevo original en nuevo contexto.
Finalmente, los artistas proponen la obra como un instrumento para ser activado por los asistentes a la instalación, un sistema dinámico complejo, como lo enuncia Sardón (2006). Entalpía es un conjunto de reglas que permiten la comunicación, utilizando como medio la instalación para establecer el contacto cambiante, por tanto dinámico, de los usuarios y la máquina. El resultado de esta interacción depende de dos transformaciones: la primera, es la programación que establecen los artistas atendiendo a las variables que el sistema va a considerar, Arias y Serna, han modelado las reglas bajo las que se relacionan la máquina con el usuario, estableciendo notas a lo largo de la superficie y colores que dependen de la profundidad, y excluyendo algunas como la reacción del sistema al gesto de halar la tela; la segunda, es la información de entrada que depende del interactor; al ser un sistema de naturaleza dinámica no se puede anticipar el input que proveen los usuarios, por variables como la cantidad de sujetos en el espacio y su comportamiento indeterminado frente a la tela, tampoco no se puede anticipar la forma final de la obra, sino el medio que puede crearla.
Entalpíaesentoncesunacomposiciónintervenidaporelespectadorqueactúacomo ejecutante, catalizador de la obra, el cual según su sensibilidad y entendimiento sobre la instalación – a través de las acciones que ejerce en la tela – en un acto de improvisación genera una obra abierta. Se habla de improvisación puesto que la interacción del espectador contra la tela genera una retroalimentación, donde el movimiento es generador de música y luz, pero al mismo tiempo estas materialidades son las que estimulan el movimiento del cuerpo, así esta improvisación obedece a la autonomía del interactor que decide con qué intensidad y velocidad transformar la superficie de la tela generando cambios en las posibilidades visuales y sonoras de la obra. De esta forma se puede hablar de una obra no acabada, mientras los interactores intervienen constantemente generando una obra junto a Serna y Arias, con la particularidad de que nunca va a ser repetida y siempre original, cambiando de este modo la relación entre artista y público.
Martínez, A, & Rodriguez, Á. (2018)
Análisis Entalpía, (trabajo de investigación).
Especialización en Lenguajes Artísticos Combinados,
Universidad Nacional de las Artes,Buenos Aires Argentina.