Continuamos y ramificamos el camino de Gayle Hermick, que recorre en su escultura los principales descubrimientos de la física a lo largo de la historia y lo redirigimos para aludir los múltiples caminos que hemos emprendido en la historia de la humanidad, al buscar una explicación de nuestro origen; incluyendo también diversas cosmogonías ancestrales colombianas y de distintas partes del mundo, de conceptos que han sido paralelos, han evolucionado y aún se conservan incluso en la narrativa de nuestras visiones actuales.
La pieza es un traje que emula la piel de un cuerpo desnudo, tatuada con una serie de símbolos icónicos de las múltiples representaciones que hemos hecho en la historia de la humanidad, para entender nuestro origen y con ello nuestra realidad. La simbología utilizada atraviesa la historia de la física, pero también distintas cosmogonías, que ya sea por reflexión o por azar, coinciden y hasta colaboran con las narrativas científicas usadas para asimilar todo aquello que se nos escapa de la primera intuición.
Teniendo en cuenta que el cuerpo es nuestra unidad fundamental de toda interpretación y experimentación del universo; es en el donde vemos materializadas cada una de las metáforas que hemos encontrado para explicarnos la realidad.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.